Qué curioso. Cada vez que veo objetivamente mi vida en retrospectiva me doy cuenta de que esa visión que uno tiende a tener sobre sí mismo, y en este caso mi propria visión sobre mi persona, no ha variado demasiado de acuerdo a mis estados de ánimo.
Y me parece curioso porque es lo que normalmente pasaría. Es lo que me pasa cuando veo a otros. Dependiendo de sus acciones, su impulsividad, sus planes, etc. mi visión sobre ellos cambia.
Pero yo no soy diferente a nadie.
¿Será que tenemos tan claro lo que queremos ser, o lo que somos, que sencillamente no reparamos en estas cuestiones sobre nosotros mismos? ¿O seremos demasiado egoistas para reconocer lo variables que somos? O en este caso, lo impulsivo que puedo llegar a ser...
Aunque soy terco, reconozco que hay un lado completamente desastroso y desordenado de mí. Una parte de mi personalidad a la que le cuesta infinitamente lidiar con el orden, lidiar con la disciplina, con los horarios, con los yugos sociales.
Es un Flavio demasiado flexible en mi, que a veces pienso que sencillamente no debería ser. Pero ES. ES y hace parte de mi, aunque la mayor parte del tiempo ni me entero que está ahí.
¿Qué rol hace? Pienso que un poco de equilibrio. Si no, sería un tipo bastante más aburrido de lo que ya soy.